Las tensiones al interior del peronismo se agudizaron tras la muerte de Perón en julio de 1974. El sector más reaccionario de la dirigencia peronista controló el gobierno de Isabel Perón e implementó políticas de represión y ajuste sobre trabajadores y militantes en general. En marzo de 1975, las fuerzas de seguridad realizaron en la localidad santafesina de Villa Constitución diversos operativos contra un supuesto “complot subversivo” del que culpaban a militantes de la UOM enfrentados con la conducción nacional del sindicato. Trabajadores y trabajadoras paralizaron la actividad industrial de la zona y se organizaron en asamblea permanente con la solidaridad y la colaboración de compañeros y compañeras de establecimientos fabriles de la provincia de Buenos Aires.
La DIPPBA se aboca a la tarea de identificarlos y de registrar numerosas detenciones producidas en el marco de los operativos, y advierte sobre la posibilidad de otro “Cordobazo”. A la vez, recoge gran cantidad de volantes y publicaciones producidos durante el conflicto.