Materiales y recursos bibliográficos
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PROGRAMA JÓVENES Y MEMORIA

El derecho a la memoria

En el año 2002, la Comisión Provincial por la Memoria lanzó el programa Jóvenes y memoria. Recordamos para el futuro. El punto de partida fue el reconocimiento del derecho a la memoria de las nuevas generaciones, y pensar a la escuela no como vehículo para la transmisión de un legado sino como espacio para la apropiación de las experiencias pasadas. Esta idea-fuerza fue transformando la agenda temática del Programa, ampliando el margen de “lo recordable”, y acercando el pasado al presente. De este modo, los problemas actuales son comprendidos y puestos en la historia, al mismo tiempo que el pasado se presentiza al revelar sus consecuencias y huellas en los procesos de investigación.

En cada localidad, grande, chica, urbana o rural, hay una escuela. Las hay atravesadas por la pobreza y también las que asisten a una población prospera económicamente. La escuela es tan diversa como la sociedad misma, como la memoria misma. ¿Cuántas memorias existen sobre la dictadura? Múltiples. Diferentes. Complementarias a veces y otras contradictorias.

Pero no son sólo las escuelas. Este anclaje local que propone transitar el Programa fue provocando también el acercamiento de las organizaciones sociales y políticas que trabajan con jóvenes, potenciando aún más la pluralidad de perspectivas para abordar las problemáticas, y fortaleciendo la trama social en el territorio a través de la participación.

El Programa Jóvenes y Memoria se creó para propiciar preguntas. La propuesta consiste en desarrollar durante todo el año un trabajo de investigación sobre el pasado reciente y/o la problemática actual de los derechos humanos de la comunidad donde está inserta la escuela u organización social. El tema elegido debe inscribirse en la trama local y estar incluido en los ejes sugeridos.

Pasado y presente

En los primeros tiempos del Programa, la dictadura, en sus distintas dimensiones, constituía el núcleo principal de los problemas de investigación. Pero poco a poco la agenda actual fue ocupando un espacio cada vez más relevante: desde la violencia de las fuerzas de seguridad sobre los jóvenes hasta los problemas socio ambientales que padecen en sus comunidades.

El Programa ha sido apropiado y resignificado por los jóvenes que enlazan el pasado y el presente de modos diversos, construyendo puentes inesperados. Si el punto de partida es la discriminación que pesa sobre ellos por habitar un barrio estigmatizado por la violencia y la pobreza, logran reelaborar su identidad descubriendo una historia de organización y solidaridad silenciada por mucho tiempo. Un arroyo de aguas servidas al que casi ya se acostumbraron, porque así fue desde que nacieron, es redescubierto como  un curso de agua casi cristalina hace 40 años. Después vino la dictadura, las políticas económicas liberales, la acción depredadora del medio ambiente de las empresas privadas bajo la tutela cómplice del Estado, el empobrecimiento de los sectores populares y el deterioro vertiginoso de su hábitat.  

A partir del peligro de desaparición del pequeño pueblo rural que habitan, descubren que las razones de su decadencia se hallan en las transformaciones económicas iniciadas en la dictadura. Y así, a contrapelo del sentido común que sostiene que “allí no pasó nada”, las preguntas de las nuevas generaciones provocan que los vecinos logren inscribir sus itinerarios personales en los de la Historia.  

Con estos múltiples relatos los jóvenes van armando su propia historia. De este modo, se va quebrando la percepción del tiempo como presente continuo y por tanto la naturalización de lo que sucede aquí y ahora.

Los derechos humanos y democracia

Los trabajos de la memoria promueven así la problematización del presente y permiten construir nuevas expectativas de futuro para los jóvenes, imaginando una sociedad más justa e igualitaria que sostenga la plena vigencia de los derechos humanos.

Ante los ojos de los equipos de trabajo, las cuentas pendientes con los más desprotegidos que persisten aún en democracia, se revelan como el resultado de las profundas huellas que dejaron la dictadura cívico militar y el neoliberalismo de los noventa. Así, los trabajos de investigación exploran el impacto que las transformaciones produjeron a lo largo de estos años en sus comunidades, sus barrios, sus instituciones, o sus familias.

Estas transformaciones fueron socialmente regresivas y se basaron en una mayor concentración de poder de los sectores dominantes y el debilitamiento de los sectores populares. Se fue constituyendo de este modo una sociedad cada vez más desigual y fragmentada, en la que la represión fue una forma de disciplinamiento social.

Desde la dictadura a la actualidad, la configuración narrativa del “Otro” considerado peligroso ha cambiado: antes era el militante político “subversivo”, hoy es el joven pobre “delincuente”. Sin embargo, no ha sido modificada la lógica que habilita la expropiación de sus derechos y en muchos casos su eliminación como modo de resolución de lo disruptivo y conflictivo para el status quo.

Los sectores dominantes construyen de este modo relatos que tienen un amplio consenso social y que legitiman el accionar violento de las fuerzas de seguridad. Este andamiaje discursivo que estigmatiza, segmenta y segrega es puesto en cuestión y desnaturalizado por la mirada de los jóvenes que participan del Programa.

La experiencia de participar en el Programa constituye una oportunidad para estos jóvenes, que muchas veces son víctimas de la violencia de las fuerzas policiales (policía, gendarmería, prefectura, patrullas municipales), para poder denunciar una realidad que exige ser pensada, visibilizada, reconocida.

Se construye un nuevo relato sobre los derechos humanos, donde se pone de relieve la idea de que no hay democracia con desigualdad. En las conclusiones de los jóvenes urge la necesidad de debatir en la sociedad y con la sociedad cómo superar la discriminación, la justificación del ejercicio de las violencias y los conceptos de seguridad basados en la generación del otro peligroso.

Los trabajos que se realizan en el marco del Programa Jóvenes y Memoria forman parte del desafío de la agenda actual de los derechos humanos, donde se vuelve imprescindible desnaturalizar la desigualdad como base de las relaciones humanas y de poder y la hegemonía cultural que la legitimó.

La participación de los jóvenes

Lo distintivo del Programa es el protagonismo juvenil, a partir de la pregunta y el encuentro intergeneracional.

La experiencia del Programa genera modos de intervención política que logran ampliar los marcos de la memoria social, incorporando las preguntas (y las respuestas) de los jóvenes, para generar nuevas claves de interpretación y acción sobre el presente.

Esta posibilidad de intervenir políticamente en la trama local y comunitaria, ha provocado en estos años una presencia importante de equipos de trabajo pertenecientes a organizaciones sociales, políticas y culturales que trabajan con jóvenes. También ha hecho posible una participación regular, sostenida y productiva de jóvenes que estudian en escuelas en contextos de encierro.

OBJETIVO GENERAL

Promover en los jóvenes el sentido y la valoración crítica del pasado como parte del proceso de construcción de su identidad y de su afiliación a la sociedad a la que pertenecen, en el marco del proceso de profundización de la democracia.

DESTINATARIOS

Jovenes y adultos de escuelas secundarias, organizaciones sociales, políticas, culturales  y grupos juveniles de la provincia de Buenos Aires.

EJE DE LA CONVOCATORIA

Autoritarismo y democracia

LOS TEMAS DE LAS INVESTIGACIONES

Los equipos de trabajo deberán inscribir los temas y problemas de sus proyectos de investigación en un área de referencia. Se definen cuatro áreas:

VIOLENCIAS

La violencia es un componente de las relaciones sociales y expresa una desigualdad en el uso del poder y las condiciones para ejercerlo. Proponemos escribirla en plural, porque en general encuentra múltiples y diversos modos de expresarse. Desde la trama de las violencias se puede pensar la guerra de Malvinas pero también la violencia institucional, o la exclusión y la desigualdad.    

IDENTIDADES

La identidad, al igual que la violencia, no puede pensarse en singular, se pone en juego socialmente. Se trata entonces de identidades diversas, no ancladas, no prefiguradas, no establecidas. Puede tratarse de las biografías de desaparecidos, hasta la reconstrucción de historias de organización, solidaridad y resistencia.

POLÍTICA

Las experiencias de trabajo comunitario, de organización en los lugares de trabajo, las biografías de militantes desaparecidos así como también la indagación sobre la participación política en la actualidad, en las experiencias de centros de estudiantes y organización social ante problemáticas del cotidiano, son algunos de los trabajos de Jóvenes y Memoria que están enmarcados en esta área de referencia.

ECONOMÍA

Las políticas económicas tienen un impacto local: cómo funciona la economía en una comunidad, cuáles son sus actores, sus modos de organización, sus disputas. Las transformaciones económicas producidas durante la última dictadura militar, la participación y beneficios de empresas durante el terrorismo de Estado, las políticas neoliberales, y la pobreza y la exclusión social, son algunos de los ejes que nos permiten pensar la dimensión de la economía.

SER PARTE DEL PROGRAMA IMPLICA

Elaborar y desarrollar un proyecto de investigación sobre un tema local acerca de las memorias del pasado reciente y/o los problemas actuales de las comunidades vinculados con la vulneración de los derechos humanos.    

Identificar y reconstruir acontecimientos significativos de las comunidades donde está inserta la escuela u organización social.

Participar en las instancias de capacitación e intercambio que propone el Programa tanto para coordinadores como para jóvenes.

Construir un relato que permita transmitir los resultados de la investigación a través de  una producción concreta que sirva como vehículo de transmisión: obra de teatro, documental audiovisual, música, libro, pagina web, etc.

1. INSCRIPCION ON LINE

2. CAPACITACIÓN DOCENTE PARA COORDINADORES

3. PRESENTACIÓN DE PROYECTOS DE INVESTIGACIÓN

4. EVALUACION Y SELECCIÓN DE PROYECTOS

5. SEGUNDO ENCUENTRO DE CAPACITACION PARA COORDINADORES

6. ENCUENTROS REGIONALES PARA JÓVENES

7. CAPACITACIÓN EN PRODUCCIÓN PARA JOVENES

8. ENCUENTRO PLENARIO EN CHAPADMALAL

*La Comisión por la Memoria no cubre los gastos de traslado de los grupos para asistir a los encuentros regionales ni al encuentro de cierre en Chapadmalal.

¿Para qué narrar la historia?

Los resultados de la investigación que los jóvenes realizan durante todo el año se expresan a través de diferentes formatos: cortos audiovisuales, libros, webs, revistas, obras de teatro, murales, intervenciones urbanas, muestras fotográficas, etc. Las producciones se exhiben en un encuentro a fin de año donde asisten todos los grupos de investigación.

Durante el encuentro, los equipos descubren otras historias ancladas en otros lugares, momentos históricos y temáticos diversos, lo que les permite inscribir su caso particular en un marco general, establecer comparaciones y ampliar la perspectiva desde la cual lo pensaron.  

Luego, hay un momento en qué los jóvenes se encuentran con sus comunidades y presentan los resultados del trabajo y comparten con sus vecinos, sus pares de la escuela, su familia, las inquietudes que los movilizaron. De este modo, las nuevas generaciones asumen el lugar de narradores de la historia, activando demandas o preguntas que interpelan e involucran a la comunidad.