Pese a la prohibición para manifestarlas madres se fueron reuniendo en la plaza. Esa forma que encontraron para comunicarse sin “alterar el orden social”, de intercambiar información, de hacerse preguntas, de encarar diversas acciones y dimensionar la represión más allá de las historias particulares se convirtió rápidamente en emblema de organización, lucha y resistencia. Aquellos días, primeras rondas. Dice Victoria Ginzberg: Las “locas” se volvían cada vez más visibles y por lo tanto molestas para el poder dictatorial. La policía empezó a hostigarlas en la Plaza. Un día un oficial intentó dispersarlas al grito de “¡Circulen!”. Decía que, como había estado de sitio, estaban prohibidas las reuniones de tres o más personas. Las mujeres empezaron a caminar de a dos. Primero alrededor de los canteros y los bancos, después alrededor del monumento a Belgrano. Luego dieron la vuelta a la pirámide. Así nació la ronda de las Madres. En octubre de 1977 las Madres publicaron la primera solicitada en el diario La Prensa con 237 firmas de familiares de desaparecidos. El mismo año, organismos de derechos humanos planearon una manifestación frente al Congreso para entregar un petitorio en reclamo por las desapariciones, la inmediata libertad de los detenidos ilegalmente, la liberación de los detenidos sin proceso y el traslado de los procesados a tribunales ordinarios.
Algunos de los manifestantes, entre los cuales se encontraban dos Madres, ingresaron al Congreso para entregar el documento. No fueron recibidas, y en las afueras del Congreso, la policía dispersó a los manifestantes con gases y se los llevó detenidos a la comisaría.
Diciembre de 1977. Como lo hacían regularmente, Madres y familiares se juntaron en las iglesias Betania y Santa Cruz para armar una solicitada que querían publicar en el diario La Nación el 10 de diciembre, día internacional de los Derechos Humanos. Juntaron firmas y ordenaron los nombres entre los cuales figuraba Gustavo Niño, que luego supieron que era Alfredo Astiz, un joven oficial de Marina que actuó de infiltrado en el grupo de Madres diciendo que tenía un hermano desaparecido.
La solicitada se publicó y ese mismo día fueron secuestradas doce personas vinculadas a Madres de Plaza de Mayo: la monja francesa Leonie Duquet y una de las fundadoras de Madres Azucena Villaflor, entre otras. La DIPPBA vigiló y registró con gran detenimiento el surgimiento, devenir y accionar de las Madres. Los más de 70 legajos integran casi exclusivamente la Mesa Ds(delincuente subversivo). El legajo más extenso es el 20.803; tiene 11 tomos de 100, 200 o 300 fojas cada uno y recorren las diversas acciones de Madres en forma sistemática desde 1981 a 1989 en las distintas localidades de la provincia de Buenos Aires y Capital Federal. Sin embargo, hay legajos con información previa al 81 y posterior al 89.
En cada legajo se encuentran informes de inteligencia, memos, fotografías, panfletos, volantes, solicitadas, cartas, entre muchos otros documentos. El reclamo por los hijos detenidos-desaparecidos se ve inscripto en distintos documentos elaborados por las Madres entre los cuales se encuentran, convocatorias y solicitadas.
En la selección de documentos se presenta una de las históricas rondas de las Madres en la ciudad de La Plata y un ayuno en la Catedral de Quilmes. En ambos casos la DIPPBA realiza un registro fotográfico que también incluye la individualización de determinados participantes. Al interior del tomo IV se encuentra una Orden de Operaciones elaborada por la Dirección de Seguridad, detallando el dispositivo de seguridad y tránsito que debía seguirse para el desarrollo de una de las rondas de las madres.
“Concentración de Madres de Terroristas”, así es el asunto de otro legajo de Mesa D(s), fechado en marzo de 1982. Allí, un informe de inteligencia describe detalladamente, instante por instante, una de las rondas de las Madres. Cierra el legajo un informe de la SIDE, que recorre las diferencias acciones desarrolladas desde sus orígenes hasta la fecha en la que se confecciona el legajo junto a otros datos de funcionamiento de la asociación.
El legajo más extenso sobre las Madres de Plaza de Mayo integra la Mesa Delincuente Subversivo y es el número 20803; tiene 11 tomos, y recorre el devenir de la organización desde 1981 hasta julio de 1989 en las distintas localidades de la provincia de Buenos Aires y Capital Federal. El reclamo por los hijos detenidos-desaparecidos se ve inscripto en distintos documentos elaborados por las Madres entre los cuales se encuentran, por ejemplo, una invitación a plaza San Martín elaborada a mano.
Entre los informes de inteligencia que señalan cada una de las acciones encarada, se entremezclan decenas de solicitadas, volantes, cartas, copias de telegramas.
En la selección de documentos destacamos una de las históricas rondas de las Madres en la ciudad de La Plata y un ayuno en la Catedral de Quilmes. En ambos casos la DIPPBA realiza un registro fotográfico que también incluye la individualización de determinados participantes.
Al interior del tomo IV se encuentra una Orden de Operaciones elaborada por la Dirección de Seguridad, detallando el dispositivo de seguridad y tránsito que debía seguirse para el desarrollo de una de las rondas de las madres.
“Concentración de Madres de Terroristas”, así es el asunto de otro legajo de Mesa D(s), fechado en marzo de 1982. Allí, un informe de inteligencia describe detalladamente, instante por instante, una de las rondas de las Madres. Cierra el legajo un informe de la SIDE, que recorre las diferencias acciones desarrolladas desde sus orígenes hasta la fecha en la que se confecciona el legajo junto a otros datos de funcionamiento de la asociación.
CPM -Fondo DIPPBA – Div Cen AyF Mesa Ds, Carpeta Varios, Legajos 20803 asunto: “Madres de Plaza de Mayo”, Tomo II, III, IV y 20804 asunto: “Concentración de Madres de terroristas”.
